Jueves, 20 de Octubre...
Joder, qué ganas tenía de verte...
Amanecí, y cogí el teléfono:
"Gordiii, buenos días!! Ya estoy despierto!!" ¿¿Dónde andas??"
"Buenos diiias Koki!! Creo que estoy cerca de la Plaza del Castillo!!"
"Valeeeee!! Me preparo y voy buscarte!! Hasta ahoraaaaaa!!"
"Hasta ahora idiotaaaa!!"
Joder, qué bonito era amanecer sabiendo que iba a compartir el día contigo... No podría explicártelo, aunque seguro que tú sabes de lo que hablo...
Cogí el coche para ir a recoger a la princesita. Era momento de volver a vernos. Me metí por unas callejuelas, para esconderme y darte un susto, como pretendiste hacer tú el día anterior... jajajaja.
Hoy ya no había miedos, tan sólo ganas de verte. Siii... Ganas... Esa es la palabra... Nervios sí había un poquito, pero no nervios de los malos, no... Nervios de los buenos, de esos que te remueven mariposas (o busanitos) por el estómago...
Recuerdo cuando te llevé a ver la ciudadela. Quería llevarte a ver sitios bonitos, para que así nunca olvidaras esos días...
Me acuerdo cuando se me rompió la cremallera de la chaqueta. En una segunda cita, con una chica cualquiera, habría sido un momento incómodo, un aprieto, pero contigo no... Lo primero que se me ocurrió decir fue: "Joder, se me ha roto la puta cremallera...". No sé, me salío del alma. Estaba tan cómodo, que fue lo primero que me salió por la boca. Tú me ayudaste a ponerla bien... jiji. Fue bonito...
¿¿Te acuerdas cuando nos dimos la manita por primera vez mientras paseabamos en busca de un restaurante al que ir a comer?? Creo que ese fue el tercer momento mágico, si... Se concentró tanta magia, tanta energía y tanto sentimiento entre nuestras manos, que al poco rato empezaron a sudarnos. "Te suelto un momento la mano, que me está sudando...", nos dijimos. Para mí eso fue super mágico. Había mucha confianza, parecía que nos conociésemos de toda la vida...
Después fuimos a comer, un platico de jamón que comimos entre los dos (me encanta compartir contigo...), y un segundo plato que ahora mismo no recuerdo, aunque si haría memoria seguro que acabaría acordándome, y de postre nos sentamos en la barra a echar un kalimotxo. (bueno, creo que fueron tres...jurjur. Dangeeer!!).
Qué agusto... No sé... Hablábamos y hablábamos... Nos contábamos cosas... De nosotros, de nuestras familias, de tu vida, de la mia... De todo, no sé... Algo muy muy especial... Me acuerdo cuando salimos a fumar y había un par de gitanos diciéndole al camarero: "Aaaayyyy con el payo esteeeeeeeeeee!!!". Nos miramos los dos, y sonreimos. Jejejeje. Me sonrío mientras lo escribo...
Después de comer nos quedaba poco rato, porque tú tenias que marcharte a las 7 de la tarde. Recuerdo que te llevé a Yamaguchi, un parque superbonito. Creo que es el parque más bonito de todo Pamplona. Bueno, lo creía antes de conocerte, ahora estoy seguro...
Ahí empezamos a soltarnos del todo. A darnos alguna collejica cariñosa por el camino, y a hacer tonterías. Me reí un montón... Ese camino del restaurante a Yamaguchi fue otro de los momentos mágicos...
Llegamos a Yamaguchi, fuimos a ver el lago de los patos, y te dije: "Mofly, coge una moneda, cierra los ojos y tírala al lago mientras pides un deseo". Nos dimos la mano, cerramos los ojos y tiramos cada uno una moneda al lago... Creo que fue el quinto momento mágico, aunque voy a dejar de contarlos porque fueron tantos...
Después nos tumbamos en la hierba, a la vera de los patos que croaban (croaack croaaack!!), mientras escuchábamos en el móvil "Besos de cristal", nuestra canción, y ahí surgió nuestro primer beso.. Ufff... sin palabras...
Estábamos tan agusto que al final no te fuiste a las 7, sino que te quedaste todo el día conmigo... Sólo me pusiste una condición: "Para quedarme a dormir contigo, tenemos que ir antes a que me compre unos calcetines!!". Jajajaja, que niña esta.... Muuuaa!!
Luego cogimos la villabesa y te llevé a mi barrio, me hacía ilusión que lo vieras... Pasamos un ratico superagusto, hasta que llegó la medianoche. Era hora de buscar sitio para dormir. Andamos un ratico, hasta llegar de nuevo a Yamaguchi, donde encontramos un hotel en el que dormir... Recuerdo cuando te agarraba de la cintura haciendo como que te iba a tirar al lago, mientras tu ponías vocecita de niña buena diciéndome: "Nooooo... No me tireeees....". Te libraste porque me enternecí, sino te habría tirado al agua, que lo sepas... jajajaja.
Qué especial fue pasar la noche contigo... Siii.... La verdad que apenas dormimos. No queríamos dormir. Dormir en ese momento hubiese sido perder el tiempo. Sólo queríamos pasar la noche juntos, despiertos... Contarnos cosas en voz baja, como si alguien nos estuviese escuchando... Que nunca se hiciera de día...
Dormimos un ratito cada uno. Creo que no llegamos a dormir al mismo tiempo. ¿¿Sabes??... Me encanta mirarte mientras duermes, y acariciarte la espalda. Eres tan bonita...
Llegó la hora de dejar el hotel. Fuimos a nuestro parque a pasar los primeros minutos del día juntitos, mientras te pasaba la manita por encima, y te hacía cosquillitas... Me encantaban los ruiditos que hacías cuando te hacía cosquillas...
También fue super especial cantarte "Nudo marinero" cerquita de tu oreja, mientras nos alumbraba un sol espléndido...
Fueron nuestras primeras 24 horas juntos, y no puedo decir mucho más... No tengo palabras para explicarlo..
Muy a nuestro pesar, llegó la hora de que te marcharas... La despedida fue bonita. También algo triste, aunque creo que más bonita que triste... Siii.... Era como si los dos supiésemos que, aunque llegaba el momento de tener que separarnos, pronto volveríamos a vernos...
"¿¿Has estado agusto Moflyyyy??"
"Muy agusto....", y me sonreías...
"Me alegro gordi...", y te sonreía...
"Hasta la próxima...."
"Que tengas un buen viaje gordi..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario