viernes, 2 de diciembre de 2011

Marcas en la piel

Cuánta gente conocemos a lo largo de nuestra vida... Son tantos que necesitaríamos al menos 50 manos y 100 pies para poder contarlos. Unos pasan de largo, otros de corto, pero lo cierto es que con el paso de los años muchas de esas personas acaban perdiendo significado. Unos te dejan el recuerdo de un disco de música que te prestó en el instituto y que nunca devolviste, otros sonrisas, otros simplemente palabras, y otros.... otros dejan huella. Sí, esa es la gente realmente importante. Son las personas a las que seguirás recordando cuando seas un abuelito que vea jugar a los niños desde el portal de tu casa.

He pensado muchas veces en esas personas mayores. Cuántas veces se habrán preguntado qué habra sido de esa persona tan especial que conoció hace 60 años, y a la que dejó escapar por uno u otro motivo sin importancia. Debe hacérseles un nudo en  la garganta, un nudo de los que cuesta desatar. Sí, seguro que sí... Por eso... yo nunca dejo escapar a esa gente buena, esa gente que mueve el mundo y me mueve a mí también, esa gente con magia y categoría, porque no quiero que al ser un abuelito con bastón tenga que sentir nada parecido. Procuro darles todo lo que tengo, porque creo que lo merecen por el hecho de ser tan grandes. Dicen que el tiempo hace olvidar, pero yo no estoy de acuerdo. La gente que deja huella no se puede olvidar, a lo sumo podrás esconderla con una tirita.

Sí, cada uno de esos seres importantes de los que os hablo te dejan una marca. Unos te lo dejan en la boca, con ese sabor tan especial que aún sigue impregnado en tu saliva, otros en el hombro, con ese brazo que parecío ser tan inmenso que arropo todo tu ser, otros en un papel con ese "hasta mañana" que aún sigues esperando... Huellas que quedan marcadas para siempre. Es gente que ha hecho que tu montaña rusa cobre sentido, gente que te ha hecho emocionarte y sentir, y al fin y al cabo... creo que la vida consiste en eso.

Yo personalmente procuro siempre dejar un pedacito de mí en cada persona que conozco. Si no huella.... al menos procuro dejar un picotazo en algún rincón de su cuerpo, de esos que se van, pero que al verano siguiente vuelven a aparecer. Hablo de un picotazo bueno, nada de maldades. Por suerte... "maldad" es una palabra que tuve que mirar en el diccionario para intentar comprender su significado, y que por suerte... sigo sin comprender.

Seguramente si os diría que apuntéis es un papel esas personas que os han dejado huella os baste con una servilleta y unos pocos segundos para poder dibujarlas. Ni siquiera tendríais que pensarlo. Normalmente nos quedamos con lo último, pero eso no es justo. Me refiero a que cuando algo acaba mal, suele ser eso lo que te queda grabado, pero eso nunca debe ser así. Yo prefiero quedarme con los buenos momentos, con la complicidad, con las risas y los llantos. No importa si risa o llanto, lo importante es que lo vivisteis juntos. Creo que una risa en compañia se duplica por dos, y una lágrima triste en compañía se divide entre cuatro. Sí...

Y con toda esta reflexión no me refiero en particular a la huella que un día pudo dejar algún amor, no tiene porqué. Es más, en muchas ocasiones esos tatuajes que quedan en tu piel no son de un amor de pareja, sino de otros amores. El amor no es solo cosa de parejas, el amor está en todas partes. Si lo piensas... seguramente haya más de una persona a la que quieras más que a tu propia pareja. Pero tranquilos, no es nada malo, el amor se comparte, hay amor para todos!!

Así que nada, hacer del amor algo importante, y del querer algo imprescindible. Espero que después de leer esto repartáis más y más amor, y vayáis dejando huellas y sonrisas allá por donde vayáis. Lo podríamos decir en 5 palabras, como dice un temazo de Extremoduro:  AMA, Y ENSANCHA EL ALMAAAA!!!!!! También en 7 palabras... AMA AMA AMA.... Y ENSANCHA EL ALMA!!! ¿Os apuntáis?

Besos y abrazos pa' todos y patadas!!



2 comentarios:

Maite dijo...

Pues si poeta, creo que no hay cosas más grande en este mundo que querer a alguien y sentirte querido y como bien dices no estamos hablando sólo de parejas, si no de amigos, familia, personas que quizá sin conocer mucho quieres... A veces me gustaría poder pasar un solo día con todas las personas que me han dejado huella y que ahora están en lugares lejanos del mundo. Creo que una de las cosas que he visto clara este año es que yo en la vida no aspiro a ser nadie importante, ni a ser rica, ni a tener muchas cosas, si no a querer y que me quieran, así de sencillo :).

Un fuerte abrazo

El poeta que no rima dijo...

Pues siento decirte que aunque no aspires a ser nadie importante... lo eres!!! jejejeje.

Un besikooooooooooo!!!!!!!!!!!!