domingo, 14 de octubre de 2012

Abrazarnos la voz...

--"Holaaaaa!!"

--"Holaaaaa!! ¿¿Qué haceees??, ¿¿No estás trabajando??"

--"Siiii, pero me he escapao un ratico!! Me apetecía llamarte pa' darte las buenas noches!!. ¿¿Ya has cenao??, ¿¿te lo has comido todo??"

--"Siiii!!!"

--"Así me gustaaaa!! ¿¿Y tú que haces??"

--"Nada, estaba entrándome el sueñico... Estoy en el sofá viendo la tele... Enseguida me iré a la cama..."
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Uys... Me emociono y todo...

Hacía bastante tiempo que no hablábamos por teléfono (quien me conoce sabe que nunca he sido muy amigo del teléfono...), hasta que hace un par de semanas volvimos a abrazarnos las voces...

Sí... Igual suena un poco cursi la expresión, pero cuando estás lejos y no tienes la posibilidad de tocar a la otra persona, el hecho de cruzar unas palabras, aunque sea a través de un teléfono, se convierte en un momento mágico... Bueno... A decir verdad... cuando la persona es tan especial, y la quieres tanto, cualquier forma de contacto se convierte en un momento mágico, pero esos minutos fueron más especiales aún si cabe...

Como os decía, nunca he sido muy amigo del teléfono, sin embargo, esos pocos minutos que pasé hablando contigo me hicieron sentir feliz... Me mantuvieron las 7 horas de trabajo que me quedaban por delante pensando en las frases que nos cruzamos, y en tu voz... Siii... Es la voz de pito más tierna y especial que he escuchado y escucharé nunca...

La verdad... He de reconocerte que al coger el teléfono y marcar tu número, me encontraba algo nervioso... Pero no nervios de los malos, no... Nervios de los buenos... De los que están llenos de emoción y sentimiento... De los que hacen que te recorran busanitos y mariposas por el cuerpo...

Se suele decir que las mariposas se sienten en el estómago, pero yo... Yo.... Al hablar contigo... Las siento por todo el cuerpo... Uys, me he vuelto a emocionar...

No sé, el hecho de entrecruzar nuestras voces, me hizo sentirte más cerca por  momentos... Me hizo sentir esa paz que me transmites cuando estamos juntos... Me hizo sentir que, por un momento, tú y yo eramos invencibles... Me hizo tener ganas de darte una colleja, y de revolverte el pelo... No sé... Por unos momentos, sentí tenerte a mi lado...

Sé que te lo he dicho muchas veces, pero... No cambies nunca, eres muy grande enana... :)








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