sábado, 8 de diciembre de 2012

Con cariño y dos migas de pan

Buenos días buenagente!! ¿¿Cómo estáis??

Hoy, me apetecía compartir con vosotros un artículo que he rescatado de mi baúl de sensaciones, para que quede guardado en nuestro cuaderno de sentimientos. Espero que os guste. Que lo disfrutéis!! :) (Por cierto, estos días no me deja reproducir la música automáticamente, así que aquí os dejo la canción correspondiente al artículo para que podáis escucharla si quereis)
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El otro día, mientras imaginaba, metiéndome en la máquina del tiempo, aparecí en un concurso de televisión. Joder!! Qué ilusión!! Era el mítico Un, dos, tres!!. "Por 25 pesetas, sentimientos que te llenen por dentro. Un, dos, tres, responda otra vez!!", dijo Mayra Gómez Kemp. Comenzó a sonar de fondo ese reloj de cuco que parecía empeñarse en meternos prisa, mientras mi acompañante y yo quedamos mudos durante 3 segundos, sin saber como arrancar. Mi pareja de concurso rompió el hielo, nombrando el sentimiento que nos hizo sumar las primeras 25 pesetas a nuestro marcador. Después era mi turno... "Sentirte queridooo!!", dije entusiasmado. Sin darme tiempo a volver a coger el aire que había regalado, "las Tacañonas" hicieron sonar su campana... "Ni en euskera, catalán, ni en bable!! Este sentimiento es insuperable!!".


Y es que sí... creo que sentirte querido es casi insuperable. Es una de las mejores sensaciones... Haciendo un símil futbolístico... "sentirse querido" lucharía por ganar la Copa del Mundo. La Copa del Mundo de sensaciones, la Copa del Mundo que mueve el mundo...

Sentirse querido es uno de esos estímulos que recarga nuestra batería. Es más, seguramente sea el principal. Nos da energía, ganas de seguir sembrando y recogiendo. Me gustaría poder hacer un experimento algún día, sí... Dejar con sólo dos migas de pan, durante tres meses, a la persona que más querida se sienta del mundo. Sería curioso... Yo, personalmente, creo que esa persona sobreviviría al experimento. Llamarme ingenuo, pero en muchas ocasiones el cariño da mucha más fuerza y energía que 100 "Popeye-espinacas" juntas. Siii...

Muchas cosas son cuestión de gustos, sin embargo, las cosas de corazón suelen ser universales. Sentirse querido no es cuestión de gustos, sentirse querido es un deseo universal... Y es que a casi nadie le gustan las despedidas, pero... ¿¿conocéis a alguien a quien no le gusten los reencuentros??. Para mí, los reencuentros son la ostia... Siii... No hay mejor palabra para definirlo... A veces, aquí por las vascongadas, cuando algo es insuperable suele ser sustituido por un... "Esto es la ostiaaaaaaa!!!". Es la mejor manera de saber cuando alguien está viviendo algo único. No falla, creerme...

Y es que, para todos era especial el día de la vuelta al cole, a la universidad, al trabajo... Bueno, realmente, hablando con propiedad, podríamos decir simplemente que para todos es especial "el día de la vuelta". A casi nadie nos gusta volver al trabajo, o a la rutina del pupitre, pero el primer día siempre es especial o, mejor dicho, el primer momento: El momento en el que te vuelves a encontrar con tus compañeros. Sabes que vas a recibir apretones de manos, palmaditas en la espalda, y que incluso te van a preguntar haber qué tal has te lo has pasado. Pero no un "Qué tal" de esos que se dicen por decir, sino un "Qué tal" de verdad, de los que te suelen decir cuando estás enfermo, cuando alguien lleva mucho tiempo sin verte, o cuando alguien te quiere desde lo más profundo de su ser.

Esos momentos siempre son especiales, a mí me encantan... También ocurre el día de tu cumpleaños, o el día de Año Nuevo... El "Feliz Cumpleaños" y el par de  besos los tienes asegurados..

Seguro que todos firmaríamos recibir al menos tres muestras de cariño durante todos los días de nuetra vida. Creo que es ese el motivo por el que a la gente suelen gustarnos esos días. La noche de Nochevieja no es especial porque comas langostinos y esas croquetas especiales que solo salen así de ricas la noche del 31 de Diciembre, sino porque sabes que a las doce y 12 segundos vas a recibir, y a dar, un beso de tus padres y hermanos. Pero no un beso cualquiera, sino un beso de los que mientras suenan los labios agarrándose a tu mejilla te están queriendo decir... "Te quiero hermano... Deseo de corazón que te ocurran cosas maravillosas...". Qué bonito, si señor... Me he emocionado a mí mismo, a veces me ocurre... :)

Y nada familia... que seguro que a vosotros también os gusta sentiros queridos, ¿¿verdad??. Es una de las mejores sensaciones, una de las nuestras... Y es que.... una palmadita en la espalda, un abrazo o un beso... nunca están de más... Os mando un mega-abrazo a todos mis blogeros!! Ahí tenéis la primera muestra de cariño del día. Ya sólo os faltan dos!!

Sois la ostiaaaaaa... ;)

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